Protección de tu ordenador: Cómo evitar infecciones por correo electrónico
La seguridad de nuestro ordenador es una preocupación común a todos. Nos inquieta la posibilidad de que al abrir un correo electrónico, ya sea de un desconocido o incluso de alguien conocido, podamos desencadenar una serie de eventos que pongan en peligro nuestro equipo. ¿Existe realmente este riesgo?
La evolución de la seguridad en los correos electrónicos
En los últimos años, hemos presenciado grandes cambios en la seguridad de los correos electrónicos. Actualmente, abrir correos no es tan arriesgado como solía ser, aunque existen algunas excepciones que mencionaremos a continuación.
Disfruta de la tranquilidad
A lo largo del tiempo, el uso del correo electrónico ha evolucionado. En el pasado, los clientes de correo electrónico prácticamente cargaban cualquier contenido recibido, sin importar el mensaje o el código que pudiera contener. Esto llevó a incidentes significativos, como el agujero de seguridad en Outlook que permitía la ejecución de JavaScript. Como resultado, muchas personas vieron cómo sus correos electrónicos se convertían en puntos de infección de sus equipos.
Hoy en día, los clientes de correo, como Gmail, han implementado robustas defensas para evitar la carga de mensajes que puedan transmitir virus o infecciones. A menos que utilices programas específicos que permitan la ejecución de scripts de seguridad dudosa, en general, no debes preocuparte simplemente por abrir un mensaje. Incluso si envías un correo desde Gmail que incluye código HTML, el receptor lo recibirá como texto plano, sin mostrar el código convertido en un diseño web. Esto reduce casi por completo los riesgos de infección.
No obstante, debes estar atento a los peligros
Aunque abrir correos electrónicos en tu bandeja de entrada ya no es motivo de gran preocupación, es importante estar al tanto de las formas en que los hackers pueden infectar tu equipo a través de correos electrónicos. Hay dos vías principales a considerar y protegerse: archivos adjuntos y enlaces.
Debido a las sólidas defensas implementadas en los clientes de correo electrónico, los estafadores han recurrido al uso de archivos adjuntos para propagar infecciones. Debes estar especialmente alerta al recibir archivos con extensión .exe de remitentes desconocidos. Estos archivos han sido y continúan siendo los más riesgosos, ya que al ejecutarlos pueden causar daños en tu ordenador. Nunca sabes qué tipo de infección podrías encontrarte: malware, troyanos u otros virus. En todos los casos, es mejor no ejecutar archivos .exe para mantener tu equipo protegido.
Es importante destacar que los archivos .exe no son los únicos peligros. Hoy en día, debes desconfiar de muchas extensiones y de todo lo que parezca inseguro. Incluso los documentos en formato PDF son conocidos por ser portadores
de infecciones y posibles virus. Por lo tanto, es recomendable no abrir un archivo PDF a menos que estés completamente seguro de su seguridad. Sin embargo, en comparación con los archivos .exe, tienes un margen mayor de seguridad con los archivos PDF. Aun así, te recomendamos no abrir archivos .exe, incluso si provienen de personas conocidas.
¿Cuál es la mejor opción?
Ante la duda, es más prudente no abrir correos electrónicos de remitentes desconocidos o que parezcan intentos de ataque. Por ejemplo, si recibes correos con virus en inglés que puedes previsualizar parcialmente antes de abrirlos, o si provienen de nombres que no te suenan y no encuentras ninguna relación con ellos, es mejor ignorarlos y eliminarlos sin más.
Abrir este tipo de correos con virus puede llevar a recibir una mayor cantidad de ellos, por lo que es recomendable evitarlos y eliminarlos. También es aconsejable marcarlos como spam, para que tu cliente de correo pueda tomar medidas adecuadas en futuras ocasiones.
No olvides la importancia de mantener actualizado tu cliente de correo, contar con un buen antivirus y tener el sistema operativo en su última versión. Estas medidas suman para evitar problemas en caso de riesgo. En resumen, no hay peligro en abrir correos electrónicos, siempre y cuando evites hacer clic en enlaces sospechosos o abrir archivos adjuntos potencialmente peligrosos. Siguiendo estas pautas, estarás bien protegido.